CON UN SOLO CLICK
La invasión comenzó hace semanas, discreta y lenta, pero también inexorable. Flamantes furgonetas recorren a diario mi barrio.
Furgonetas que van repartiendo felicidad con sus pedidos. Continuamente las veo, con repartidores despistados, que aún no dominan unas calles que ya les pertenecen.
La batalla con el comercio local se perdió hace tiempo, la actual es contra los centros comerciales nacionales y no pinta bien. Es difícil competir con millones de referencias disponibles con un solo click, con su rapidez de entrega, confianza en la devolución e imagen de marca.
No somos conscientes de la incidencia de nuestro consumo, antes alimentaba familias, dueñas de comercios locales, luego corporaciones nacionales de grandes superficies y ahora engorda el bolsillo de un oligarca situado a miles de kilómetros que ve nuestro país como una conquista más.
Pero esto es solo el principio; a los pedidos actuales pronto se unirán comida preparada, alimentos frescos y automóviles, ya tiene canal audiovisual y planean vender viajes, seguros y conceder préstamos.
Habremos contribuido a crear la mayor corporación de la historia que controlará todo nuestro consumo y con esa información, nos exprimira y controlará, hasta sacarnos nuestro último céntimo, eso sí, todo con un solo click.
Diría que a algunos (y me incluyo) no nos viene del todo mal la construcción y desarrollo de los parques logísticos…
Es innegable que la inversión económica de estas empresas es elevada, pero no por ello hemos de dejar de tener espíritu critico y cuestionarnos dicha inversión, perfectamente estudiada para tener un rápido retorno. Además el auge del comercio electrónico y la construcción de esas plataformas logísticas también esta liderado por empresas españolas como SEUR, TRANSNATUR, FARMACEUTICAS, VGP,…
Bueno, si como dices » Van repartiendo FELICIDAD «, ¿ Donde está el problema ?. Recuerdo que La Constitución Española de 1812, » La Pepa «, en su artículo 13 decía lo siguiente al respeto: “El objeto del Gobierno es la FELICIDAD de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen “
Así que ¡¡¡ VIVA LA PEPA !!!, y bienvenidas sean a nuestros barrios las furgonetas de reparto de FELICIDAD. Y cuantas más, mejor.
Pako