¿CÓMO DISTINGUIR LO AUTÉNTICO DE LO FALSO?
Me gusta mirar las montañas que rodean la ciudad donde vivo desde la ventana del dormitorio.
En los atardeceres oscuros se mezclan con las nubes y es difícil distinguir cual es cual. Recientemente estuve casi una hora intentando averiguar si unas formas lejanas eran nubes o montañas, hasta que anocheció y me acosté sin saberlo.
Con las personas sucede lo mismo, ¿cómo saber que alguien que conocemos es una montaña firme y sólida con árboles donde refugiarnos de las tormentas y fuentes donde saciar nuestra sed, o es una nube vacía y hueca, que se disipará con una ráfaga de viento o cuando el sol caliente?
Nuestro porvenir profesional y personal dependen de ello. La solución es sencilla; pon a prueba a esa persona enfrentándose a tus problemas; cuando peor se pongan las cosas, cuando más arrecie la tormenta o el sol sea más abrasador, solo la montaña permanecerá firme, la nube se desvanecerá rápidamente y para siempre.
Al levantarme por la mañana, comprobé que las que yo creía montañas no eran más que nubes que desaparecieron con el viento de la noche.
Bueno, tras la sorpresa inicial ¡¡¡ Joder !!!, por una muy buena carta a la que nada se me ocurrió comentar, y tras leer una segunda vez la misma, recién levantado y disfrutando de una buena taza de café, pienso que más que ” Nubes o Montañas “, todos tenemos ” Luces y sombras “, y que a lo largo de nuestro discurrir por la vida unas veces, dependiendo de las circunstancias, actuamos como Nubes y otras como Montañas. Un mismo ser humano es capaz de las mayores grandezas y altruismos, pero el mismo puede llegar a cometer las mayores cobardías, tropelías y bajezas. Al respecto existe una película, LORD JIM, basada en un relato del mismo titulo del genial Joseph Conrad, interpretada en su papel principal por Peter O´Toole, al que estos papeles de personajes con sus miserias y sus grandezas le vienen como anillo al dedo, en el que se muestra, en un mismo ser humano, sus ” Luces y sus Sombras “, o ” Sus Nubes y sus Montañas “. Pero en la película, el personaje es perfectamente consciente, y lo asume, de cuando actúa como un miserable, cuando con gran nobleza y valentía, o cuando, simplemente mete la pata. Cosa que a nosotros pues nos cuesta más reconocer, ya que casi todos, como no, siempre creemos que somos montañas, y que los demás son simples nubecillas.
Pako
Ahora el que se ha quedado sin palabras he sido yo. Muy acertada e interesante reflexión, como siempre. Gracias
Joder…..