LAS GRANDES GESTAS SIEMPRE PROVOCAN NUEVOS LOGROS
Increíble hazaña la de este almirante guipuzcoano que en 1741 se enfrentó en Cartagena de Indias (Colombia) a una flota británica
formada por 187 navíos y 30.000 hombres, la mayor de la historia de la humanidad hasta el desembarco de Normandía. Frente a ellos 6 naves y 3.600 soldados españoles, les infringieron una humillante derrota.
Increíble también, que Colombia, según dicen conquistada, masacrada y expoliada por España le considere a Blas de Lezo un héroe nacional que les libró de la dominación británica, ya que el objetivo de la inmensa flota anglo sajona era ocupar todas las colonias españolas en Sudamérica.
Tiene el almirante una estatua al pie de las murallas de la hermosa Cartagena de Indias, anterior a la que tiene en Madrid. Inaugurada esta última en 2014 con un discurso del embajador colombiano lleno de respeto y admiración, tanto por el almirante como por España.
Más increíble aún es el desprecio al que se ha sometido su figura en su tierra natal. Tanto en Guipúzcoa como en España. No encontrando mención alguna de él en los libros de texto de mis hijos en ninguno de los cursos que han completado.
Pero lo más increíble de todo, es que contagiase mi admiración por este hombre a mi hijo de 13 años, hasta el punto de que lo eligió para una exposición que realizo brillantemente en euskera, logrando nota de 9,5, junto con la felicitación de compañeros y profesor.
Todos necesitamos héroes, sobre todo los niños. ¿Por qué buscarlos en una sociedad actual donde no abundan, cuando nuestra historia está repleta de auténticos y genuinos que realizaron increíbles hazañas como la aquí mencionada?