DURO VERANO PARA ALGUNOS
Frente a mi casa hay un pequeño bar de barrio de los de toda la vida. Junto a un colegio, es una zona de paso y no de tomar cañas precisamente.
El dueño, de más de 60 años, se mantiene gracias a los cafés de los profesores y padres de alumnos, a la espera de la ansiada jubilación.
Es un buen hombre, amable y atento. En los 20 años que le conozco siempre había cerrado domingos, festivos y en agosto. A menudo le veía esos días paseando con su perro.
Este verano, me ha dolido verlo todos los días abierto, festivos y domingos incluidos. Buscando los ingresos que no tuvo en el confinamiento, consumiciones de gente que, como él, estaba en la ciudad a pesar del calor.
No ha tenido playa, montaña, chiringuito, barbacoa, flotador, ni cocodrilo hinchable. Un verano diferente; áspero y duro, con la incertidumbre de lo que pasara con el curso escolar y la certeza de los cargos bancarios, que llegan inexorables y no entienden de pandemias, ni de razones.
Mi respeto y admiración hacia todos los que como él, luchan por sobrevivir en esta época que nos toca.
El negocio hostelero es duro y desagradable por innumerables razones, la más clara es que se trabaja cuando los demás se divierten. Y ahora encima, apenas da dinero.
Además hay que valorar que los bares siempre son «un refugio» donde hacer un descanso del día a día, y suministran mucho mas que una simple consumición; un lugar donde puedes hablar y te escuchan, leer el periódico y hasta ir al lavabo. No se valoran en su justa medida.
Y por último, agradecer al excelentísimo Ayuntamiento de Bilbao que haya congelado los impuestos municipales en un acto de una magnanimidad sin precedentes para ayudar a la hostelería. Lastima que nuestros ediles municipales se perdiesen el capitulo de BARRIO SESAMO que explicaba la diferencia entre congelar y no tener. Los bares no han tenido ingresos en la pandemia y lo justo seria eliminar o reducirles significativamente los impuestos, no congelarlos. Claro que ¿cómo va a dejar de recaudar el ayuntamiento?, debe hacerlo para pagar las bicicletas eléctricas tan necesarias sobre todo en estos momentos.
Esta situación se está llevando muchos negocios por delante, los únicos que pueden sobrevivir son los que el local es propio y tienen un colchón, para ir tirando hasta que esto tenga una solución. Tener un bar es lo último, yo crecí en uno y trabaje en él 20 años. La gente solo se fija, en lo material, en el coche que tienes, la casa de veraneo, etc…., pero no ven que trabajas de sol a sol y que no tienes vida social, ni familiar. Ahora, a esta situación sumale que tendrás menos clientes y vas a pagar los mismos seguros e impuestos……»Vamos un chollazo lo de tener un bar»
Totalmente deacuerdo Rober.
Mi admiracion a los BARES.
Un bar es uno de los negocios mas duros que hay. No me hago a la idea de como lo estaran pasando la mayoria de ellos.
Comentarle a pako que mis padres han tenido mas de 40 años un bar y la frase que mas decia mi padre cuando le decian que tenia una «buena vida» (murio con 50 años) decia.»a mi peor enemigo le deseo que tenga un Bar y que le vaya muy muy bien.»
Iba a decir mi respeto para todos los dueños de negocios que están sobreviviendo al COVID, pero como el caso que han relatado es el de un BAR, cambio y digo » Mi respeto para TODOS los dueños de BARES que intentan sobrevivir RESPETANDO las normas que nos han impuestos por lo del COVID «. Pero no se si ese respeto tendrá destinatario, ya que en mi Barrio, por poner un ejemplo, de los cerca de 60 bares que tenemos, muchos se las están tomado en plan » Ole, Ole «, tanto ellos, como sus clientes habituales, y además con la ¿ Complacencia ? de las autoridades. Y eso, PUEDE Costar VIDAS. Por cierto, en mi barrio, uno obrero, bastantes de los bares, tras estar cerrados DOS MESES por lo del confinamiento, y sin hacer caja, se han permitido el LUJAZO de tomarse entre quince días y un mes de vacaciones este agosto.
A mi, de todos los colectivos que están sufriendo en sus carnes el ZARPAZO económico del COVID, los que menos pena me dan son los de los bares y demás locales de similar pelo y condición.
Pako