REIVINDICANDO LOS PLATOS SENCILLOS
El nombre “judía” viene del árabe (yuliya), y éste del latín (iudaeus) y del hebreo (yehudi).
En los países centroamericanos se conocen como “fríjoles” y en Sudamérica como “porotos”, “habichuelas”, “chauchas”, “ejotes” o “vainitas” (Perú).
De sabor suave y a veces un poquito dulzón, Procede de América y empezó a cultivarse en Méjico y Guatemala hace más de 7.000 años a.C, extendiéndose por toda América del Sur. Los exploradores de Indias las llevaron a Europa y de allí a África y Asia, extendiéndose su cultivo por todo el mundo.
Al igual que otros productos americanos (patatas, tomates), su consumo generalizado no comenzó hasta el siglo XIX. O sea, que la famosa dieta mediterránea es en buena medida de origen americano y no tiene ni dos siglos de existencia.
Tienen bajo aporte calórico, 30 calorías por cada 100 gramos. Aportan una buena fuente de fibra, tienen potasio, calcio, fósforo, hierro y magnesio. Son buena fuente de vitamina C, con acción antioxidante, también contiene vitaminas B2 y B6.
¿Por qué un plato tan sabroso y saludable no aparece en las cartas de restaurantes y solo figura en menús del día?, lo simple y sencillo es lo mejor. Reivindiquemos.
Me permito poner unas ” Apostillas ” para complementar tan interesante Carta al Director.
Mucha de la vaina, y empleo esa palabra ya que es así como por aquí llamamos a la judía verde, que se vende en nuestras tiendas procede de Marruecos, y no es nada mala. Semanalmente entran en MERCABILBAO camiones tipo TIR de allí procedentes cargados de pallets de vainas, cada uno compuesto por 150 cajas de cinco kilos cada una, ya que la vaina es una verdura que se consume mucho, aunque efectivamente es despreciada por los “Restauradores “. El precio de la misma no es para nada caro, aunque está sujeto a bastantes fluctuaciones. En general podemos decir que la vaina es una verdura rica, nutritiva, fácil de preparar, que cunde bastante con muy poco desperdicio, y como ya he señalado barata.
Otro tema muy interesante es el de sus muchas variedades. El tema de las mismas es todo un mundo y me permito señalar algunas, que para mi son la mejores.
LA VAINA ROJA: Así llamada por presentar unas manchas rojo-moradas, que desaparecen al ser cocinadas. No nos llega mucha, y por lo tanto no es normal encontrarlas en las tiendas. Y cuando la tienen por supuesto sale más cara que la humilde vaina verde habitual, pero es más rica y sabrosa.
LA BOBY: Es una vaina redonda, también es difícil de encontrar
habitualmente en las tiendas, y por lo tanto cuando la tienen pasa como con la vaina roja, es más cara, aunque en la sección de congelados si que se encuentra bastante barata, pero no sale igual de rica. Es una vaina agradable al paladar, en mi opinión más que la vaina verde normal. Por estos Lares no es muy frecuente de ver, pero es una de las más consumidas por el resto del Mundo, especialmente por Europa.
LA PERONA: Es una vaina muy elegante, fina, corta, más pequeña que la normal, y extremadamente sabrosa, es decir que es una vaina más cara. Tampoco es muy habitual verla por las tiendas donde la vaina verde normal en la reina indiscutible. La semana pasada en mi frutería habitual tenían una caja y compré un buen puñado, su precio, pues cuatro euros el kilo, cuando la normal estaba a dos euros y medio, a pesar de eso me pareció barata.
El origen de su nombre es muy curioso, durante los años de aislamiento de España al terminar la Segunda Guerra Mundial, y cuando Argentina era el único país que nos enviaba comida especialmente carne y trigo, nos llegaban, dentro de esa ayuda Argentina, barcos cargados de una vaina no conocida por estas latitudes, era, como ya he señalado, más pequeña, fina, y sabrosa que las nuestras, y el pueblo, muerto de hambre, AGRADECIDO la puso el nombre de PERONA en honor de Eva Perón, la mujer del presidente Argentino General Juan Domingo Perón .
En fin, que frescas, o congeladas, verdes, o con manchas rojas, redondas, o planas, un buen plato de vainas a la semana con sus patatas y un sofrito de jamón, es ideal en cualquier alimentación sana y equilibrada. Y a los ” Pijines de los Restauradores “… Pues que les den