LUCHA ENTRE HERMANOS CON ADMIRACIÓN
He visitado el cabo Matxitxako y el museo del pescador en Bermeo, donde se explica la batalla que allí sucedió durante la guerra civil.
Una historia de valor, coraje, respeto y perdón de la que tenemos mucho que aprender.
El 5 de marzo de 1937, el crucero rebelde Canarias apresó al mercante Galdames, que se dirigía a Bilbao a la altura del cabo Matxitxako. Enfrentándose a los bous vascos (pesqueros armados con cañones), resultando hundido uno de ellos (el Nabarra).
El combate duró más de hora y media y terminó cuando un disparo del Canarias alcanzó las calderas del Nabarra, lo que obligó a abandonarlo.
Veinte de sus 49 tripulantes embarcaron en los botes salvavidas. El comandante y el primer oficial decidieron quedarse a bordo y hundirse con su barco.
El Canarias hizo prisioneros a los 20 supervivientes del Nabarra, que fueron juzgados y condenados a muerte. La intercesión directa ante el general Franco del comandante y del director de tiro del Canarias (Salvador Moreno y Manuel Calderón)
Impresionados por el valor demostrado por el Nabarra, hizo que Franco les indultara y les pusiera en libertad en reconocimiento a su valentía.